Su perfil bajo, de una sola planta, se alinea con los contornos del terreno, con el tejado simulando prácticamente la pendiente del suelo, con algunas partes del edificio incluso hundiéndose ligeramente en la ladera. Este énfasis en el paisaje se aprecia al crear el acceso a la propiedad por la parte trasera, para no invadir la vista privilegiada que se despliega ante la vivienda.
La residencia está diseñada en torno a un acceso ideado para funcionar como bisagra que conecta las tres zonas fundamentales de la vivienda: los dormitorios, el espacio de estar y la zona de la cocina. De este modo, cada zona puede existir de forma independiente, aumentando el nivel de confort y habitabilidad de sus usuarios, con patios inspirados en la arquitectura típica mallorquina entre cada área. La humanidad del edificio se manifiesta en la importancia de la zona de estar común, con una imponente chimenea en el centro, que separa el salón del comedor. Este espacio confortable y unificador, al igual que las demás zonas, se abre al jardín y a la piscina, sin olvidar las vistas sobre el terreno circundante.
Un mirador privilegiado sobre una zona única de Mallorca. El diseño rompe las barreras tradicionales entre el exterior y el interior. El uso de materiales nobles y locales confiere un fuerte sentido de pertenencia a la vivienda. Comer al aire libre es un placer con la sabia mezcla de luz y sombra de la casa.
Espacios discretos pero selectos enriquecen sus momentos. Su propio oasis dentro de un oasis. El amplio salón está presidido por una imponente chimenea empotrada en una pared divisoria. Las enormes ventanas correderas del salón magnifican la relación con la naturaleza. Con espacios de vida tan conectados con el entorno natural, su conexión con la isla será absoluta. Se utilizan tonos cálidos y naturales en los materiales para transmitir una sensación única de habitabilidad.
La casa está situada en una empinada ladera boscosa y su diseño plano pretende respetar el claro del bosque donde se encuentra. La cubierta inclinada sigue las líneas de la ladera y cubre tanto el espacio habitable como un gran porche de un solo gesto. En la planta baja, el acceso sirve de enlace entre los tres elementos del edificio: la casa principal, la casa de los niños y las habitaciones de servicio.